Noche apasionada parte 2

No le desagradaba en nada la idea, sonrió ante ello. Un pequeño o una pequeña, deseaba que heredaran sus ojos jades, esas hermosas piedras verdes brillantes que relucían de felicidad y amor con mirarle.

No lo había pensado, bueno, él aun estaba joven, no llegaba aun a los 30 de edad, la rubia aun p...

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