Capítulo 159

La interminable quietud de la noche había alcanzado su punto máximo. Emily estaba sola en el muelle, el viento nocturno soplaba en su rostro, haciendo que su piel ardiera por el frío. Estaba esperando a que Roberto llegara y terminara todo.

Ese demonio nunca volvería a hacer daño a nadie.

En ese mom...

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