11

ALPHA MAGNUS

—No te vas a ir hasta que termines de comer— le advertí, deteniéndolo en seco. —Siéntate.

—Pero estoy lleno— intentó replicar, pero no iba a permitirlo.

Levantándome, me acerqué a él, rebosante de furia.

—¿Qué pasa? Dije que estaba—

—¿Estás siendo terco a propósito?

—¿Y por qué te...

Inicia sesión y continúa leyendo