31

ARIADNE

—En realidad, señorita. Yo... estoy buscando a alguien. No vine aquí por ningún acompañante— susurré, rápidamente, en su oído. —Vinimos juntos y nos separamos. No puedo encontrarlo. No estoy aquí por acompañantes.

A pesar de enfatizarle que no estaba allí por acompañantes, ella no dejaba d...

Inicia sesión y continúa leyendo