50

ARIADNE

Una vez que Alpha Magnus aceptó el castigo propuesto por los ancianos, los dos guardias que me habían sacado de la celda esa mañana me agarraron y me arrastraron de vuelta. Sabía que no tenía sentido suplicar. Solo les daría más razones para estar más enojados conmigo por mentirles.

Al lle...

Inicia sesión y continúa leyendo