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ARIADNE

La cara de Callan estaba roja y sus ojos ardían mientras se dirigía hacia mí. Retrocedí, casi tropezando con las sillas mientras él seguía avanzando. Parecía listo para destrozar la habitación. Sus manos temblaban.

Allí en la mazmorra, pensé que lo había hecho enojar mucho, pero no era nad...

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