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ARIADNE

Lo que más me asustaba era cómo recuperaba su fuerza unos minutos después de eso. Ahora estaba de pie junto a la puerta, aún blandiendo el cuchillo mientras se acercaba a mí de vez en cuando para burlarse. Por lo general, me escapaba a la cama y al otro lado de ella para alejarme de ella. P...

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