60

MAGNUS

Me arrodillé junto a ellos, mirándola. Mis manos temblaban y mi corazón latía, palpitando. Ya sabía la respuesta. Lo sentía en mis huesos. Una parte de mí había sido destrozada sin piedad en el momento en que sus ojos se cerraron en la muerte. El vínculo entre nosotros... estaba roto.

Dest...

Inicia sesión y continúa leyendo