79

ARIADNE

Estuvimos en esa posición durante unos minutos antes de que finalmente se secara las lágrimas y me diera una sonrisa temblorosa.

—¿Has comido? —preguntó de repente, antes de parpadear con sus ojos azules y llorosos.

—Uum... —Realmente no tenía ganas, pero supongo que era por el estrés que...

Inicia sesión y continúa leyendo