Nueve

MAGNUS

Me acerqué a la puerta y la empujé para abrirla, pero para mi sorpresa, la mujer que acababa de enviar se acercó de nuevo. No cabía duda de que estaba confundido sobre lo que estaba pasando, pero lo disimulé. Los labios de la mujer estaban curvados en desaprobación mientras miraba a Ariadne....

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