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ARIADNE

El momento en que las grandes puertas de la sala del trono se cerraron de golpe detrás de nosotros, supe que estaba jodida. Los dos guardias me agarraron los brazos como si estuvieran conteniendo a una especie de bestia salvaje. Uno de ellos me torció la muñeca con fuerza detrás de la espal...

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