Capítulo 30

Me moví suavemente arriba y abajo en su rígido miembro, balanceando y girando las caderas para dejarle saber que ahora yo tomaba el control. Lo hacía despacio y con cuidado, la única manera de intentar dominar la poderosa anaconda que acechaba a su presa. Tejí círculos alrededor de su miembro mientr...

Inicia sesión y continúa leyendo