Capítulo 38 Capítulo 38

CELESTE

MIS TACONES ALTOS dorados tambalearon, chocando mis rodillas. Una energía inquieta zumbaba en mi estómago y mi pulso retumbaba con la música que resonaba desde el interior del gimnasio.

Aún no había entrado. Pero, dado el bullicio de conversaciones y baile, el Baile de Invierno estaba ...

Inicia sesión y continúa leyendo