Encontraré a tu esposa.

Alina trabajaba como si la oscuridad fuera su amiga. Cada paso era deliberado, como si la tierra misma le susurrara solo a ella. Pasó por el camino de entrada sin comentar, el haz de su linterna deslizándose sobre piedras, maleza, surcos de neumáticos y hacia el matorral. Sin vacilar. Solo una certe...

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