Nota mental de reembolso.

El coche zumbaba debajo de nosotros, Hunter mantenía el volante firme mientras la laptop de Alina iluminaba el asiento trasero como una segunda luna. Miré el teléfono en mi mano un largo momento antes de llamar.

Luciano contestó en el primer timbre.

—Figlio.

Su voz era tensa, todo comando cortant...

Inicia sesión y continúa leyendo