Algo perfecto.

Cazador

Kaiden se quedó allí mirándola como si estuviera hecha de cristal. —Quiero despertarla— dijo en voz baja, ya dando un paso cauteloso hacia adelante.

Le agarré el brazo antes de que pudiera moverse un centímetro más. —Ni se te ocurra.

Frunció el ceño. —Va a tener un dolor de cuello.

—Sí, ...

Inicia sesión y continúa leyendo