Estableciendo raíces.

Kaiden mantenía esa expresión de cachorro herido, la que normalmente significaba que se avecinaban problemas. Suspiré, bajé a Alina con cuidado y asentí hacia él.

—Adelante, Gatita —dije, acariciando su mandíbula con el pulgar—. Creo que Kaiden tiene una sorpresa para ti.

Su rostro se iluminó al i...

Inicia sesión y continúa leyendo