El rey de California.

Debo decir que fue agradable dormir en una cama que se sentía como una maldita nube. Suave, cálida, con un leve aroma a detergente y a los dos hombres que de alguna manera me hacían sentir tanto segura como completamente desquiciada al mismo tiempo. La noche anterior había sido hilarante, aunque man...

Inicia sesión y continúa leyendo