Puedes ser madre, a través de mí.

Kaiden

Después de que Hunter se fue, Alina y yo nos mudamos a la sala. La casa estaba envuelta en esa suave y perezosa quietud que solo llega después de una buena mañana. Encendí la televisión y la vimos por un rato antes de que Alina se quedara dormida nuevamente, acurrucada en el sofá, con su...

Inicia sesión y continúa leyendo