Desnudar.

Extiendo la mano hacia la manija de la puerta, listo para subir a la cabina, cuando escucho su voz, ese “Uh uh uh” engañosamente suave, que significa que he hecho algo muy, muy mal.

Me doy la vuelta, con la mano congelada en el aire, para encontrarme a Alina parada detrás de mí, con una cadera ladea...

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