Capítulo 26

—Estás sonrojado— murmura, como si la realización lo fascinara.

—No, no lo estoy— miento, con la cara ardiendo.

—Sí, lo estás.

—Me gustabas más dormido y con la boca cerrada.

—¿Estás duro por mí, Xander? ¿Quieres que te ayude con eso? De repente estoy en un humor generoso.

—Jax...

No se detien...

Inicia sesión y continúa leyendo