Capítulo 54

Son las 12:30 cuando agarro mis llaves. Ni siquiera llego a la puerta antes de que la voz de Addy corte la habitación como si me hubiera atrapado robando de su tarro de galletas.

—¿A dónde vas?

Lo mantengo simple.

—A recoger un paquete.

Layla levanta la cabeza de su teléfono como un gato olfatea...

Inicia sesión y continúa leyendo