Bang-Bang

Will

Dispárale. Mi corazón se detuvo.

Pateé al hombre que me empujaba hacia el SUV en la rodilla. Se escuchó un chasquido satisfactorio y él cayó.

Arrastrándome sobre él, salí a trompicones del SUV. Pero ya era demasiado tarde.

Se oyó un disparo.

—¡No! —grité.

Pero McKenzie no cayó al suelo.

...

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