Capítulo 60:

Nuestro beso se profundizó, sin prisas, solo explorándonos y saboreándonos a nuestro propio ritmo. Cuando sus labios se apartaron, acarició mi rostro con su pulgar.

—Afronta esto y deja de huir.

—Dame un minuto antes de que empecemos esa conversación —dije.

Mi cabeza aún no estaba del todo clara...

Inicia sesión y continúa leyendo