Capítulo 25 El viejo amor no puede competir con el nuevo afecto

La risa de Elijah sonó fría.

—Ni siquiera recibí tu invitación, ¿cómo podría tener la audacia de ir?

Incluso a través de la pantalla, Yvonne percibió su celosía.

—Si quieres venir, solo dilo. ¿Es necesario andar con rodeos? —replicó Yvonne impacientemente—. Señor Harper, déjeme darle un consejo. ...

Inicia sesión y continúa leyendo