Capítulo 360

Abby

—Ahh… Mis pies están tan adoloridos —se queja Daisy mientras entramos en nuestras habitaciones privadas. Se dirige a uno de los grandes y mullidos sofás y se deja caer con un suspiro de satisfacción.

—Te duelen los pies, pero tu corazón está en las nubes, ¿verdad? —bromea Anton—. ¡Qué fiesta ...

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