Capítulo 37

Abby

La luz dorada de las velas parece ahora apagada. Las sombras en la habitación se alargan, en marcado contraste con la mesa bellamente puesta, impecable e intacta. El vino, una vez servido con anticipación, permanece inmóvil, testigo silencioso de mi creciente ansiedad. El aroma del aceite de t...

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