Capítulo 57

El pulso nocturno de la ciudad es como un segundo latido, una corriente subyacente reconfortante mientras me dirijo hacia el metro.

Esta noche fue algo diferente. Una mezcla de euforia, salpicada con una tensión indescriptible, gracias a la abrupta partida de Karl.

No estoy segura de por qué se fu...

Inicia sesión y continúa leyendo