Epílogo

Estoy tan agradecido de que mis chicos ya se quieran. Ahora son como trillizos: comen juntos, juegan juntos, entrenan juntos e incluso se meten en problemas juntos.

Entré a la escuela y me dirigí directamente a la oficina del director. No es la primera vez que estoy aquí y apuesto a que tampoco ser...

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