20 - No los dejes entrar

Kai apoyó los pies contra la parte inferior de la puerta, tratando de mantenerla cerrada. Le dolía como el infierno mientras las largas garras se clavaban en su piel, haciendo que la sangre brotara entre su agarre. A lo lejos, se escuchó un disparo. Fue suficiente para asustar al monstruo en la puer...

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