153- Pero pensé que era el duende del caos en esta relación

KACIA

—¡AHORA! —grito. Todo se vuelve loco de repente. El sonido golpea como un puñetazo en la cara, incluso a través de los tapones para los oídos que llevamos puestos. Puedo escuchar horribles jingles infantiles, dulces y persistentes, pop de chicle rebotando en una clave diferente, una explos...

Inicia sesión y continúa leyendo