54- Pero empezó a usar «nosotros» en las oraciones y no lo corregí.

KACIA

Una vez que tengo el café en la mano, dulce y bendito café, voy a ver a Angelo. El olor de mi bebida debe haberle llegado porque cuando asomo la cabeza en la sala, está parpadeando para despertarse, con los ojos llenos de legañas y el cabello despeinado en pequeños mechones. Se ve tan somn...

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