capítulo 27

Leo entró a su casa después de un día largo y agotador. Como de costumbre, entró y caminó hacia su habitación.

Sin preocuparse por nada, estaba a punto de dirigirse a su cuarto cuando Martha salió del cuarto de Sana llorando desconsoladamente.

Al verlo allí, se acercó a él y, en pánico, dijo:

—Je...

Inicia sesión y continúa leyendo