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MATEO

—¿Quieres saber? —preguntó ella, con algo oscuro y peligroso en sus ojos. Aunque la tenía acorralada contra la pared con mi cuerpo, y podía oler su excitación en el aire, la furia en sus ojos era letal. Su cuerpo y su lengua hablaban diferentes idiomas.

Lo mismo me pasaba a mí, y era porque ...

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