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MATEO

—No quiero perder a nadie— sollozó ella, tirando de mi corazón—. No quiero perderlos a ustedes dos. Quiero a mis compañeros.

Me moví por la cama y la atraje a mis brazos antes de susurrarle al oído.

—Lo siento, Myra.

Ella envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y enterró su rostro en el...

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