Capítulo 154

—¡Charles! —jadeé—. ¿Desde cuándo te volviste tan pervertido?

Él se rió, inclinándose y besándome en la oreja.

—Soy un hombre. Puede que no lo digamos, pero todos somos pervertidos en nuestras cabezas.

Suspiré y dejé que mis rodillas se separaran para que él tuviera mejor acceso a mis partes ínti...

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