Capítulo 172

Me acerqué sigilosamente a Theo, y él dio una palmadita en el banco a su lado. Todo mi cuerpo se congeló. ¿Era esto una trampa? ¿Me habían acorralado en algo comprometedor?

—Por favor, siéntate —dijo—. Será una entrevista más cómoda de esta manera.

Me senté, con el trasero casi tan entumecido como...

Inicia sesión y continúa leyendo