29. La verdad del Yin y el Yang

Se entregaron al sueño, un sueño profundo, cada uno en su propia habitación. La zona abierta era la misma para ambos anfitriones. Praderas, acantilados, cascadas, bosques, todo incluido en patrones idénticos. Los dos círculos se sentaban reflejándose mutuamente. Lo masculino y lo femenino en perfect...

Inicia sesión y continúa leyendo