El rechazo

Me rechazó. Eliza me rechazó. No había hecho nada malo, había sido paciente, cediendo a todo lo que necesitaba o podría haber querido y me rechazó. El dolor era horrible. Solté un grito, pero no iba a llorar. No le daría esa satisfacción. Ella tomó una decisión. Una decisión muy clara y no iba a per...

Inicia sesión y continúa leyendo