Promesas, promesas

Cuando Edward salió de la ducha con una toalla alrededor de la cintura, sentí un cosquilleo. Sus tatuajes envolvían su torso, oscuros contra su piel más clara, y quería tocar cada uno de ellos.

—Pon tus ojos de vuelta en sus órbitas, princesa —rió mientras se escuchaba un fuerte golpe en la puerta....

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