31. Una dura lucha

Chester

De todos los demás, no esperaba que ellos estuvieran aquí. Pero no estaba descontento. Su espada por sí sola no era suficiente para hacerle un daño real a la bestia. Los lanzó, pero cayeron de pie.

Ahora era mi turno. Saqué mi espada de la vaina, así como la escopeta que traje conmigo....

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