capítulo 18

—Oh dios, estás completamente borracho, ¿verdad? Eso es hilarante.

Me encogí de hombros ante sus palabras y me dirigí a mi habitación, aunque probablemente no en línea recta. Logré llegar a mi cuarto y me tumbé en la cama. Esto fue otro error, ya que tan pronto como me acosté, mi habitación comenzó...

Inicia sesión y continúa leyendo