capítulo 23

A medida que me acercaba a casa, mi estómago daba vueltas y, honestamente, no podía dejar de temblar. Llegué a la puerta principal y me sorprendió no haber sacudido el picaporte al abrirla. Tan pronto como entré, escuché la voz de mi mamá desde la cocina llamándome. Lentamente me quité los zapatos y...

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