capítulo 31

Empecé a liar un porro mientras la veía observarme. Probablemente este era uno de mis mejores intentos y podía sentir sus ojos siguiendo cada movimiento que hacía. Comentó:

—No está mal, ¿has estado practicando?

El tono de su voz mostraba claramente que estaba bromeando, así que respondí riendo:

...

Inicia sesión y continúa leyendo