Capítulo 164 El confesor y el oyente

Comparado con Jerry, Andrew no tuvo tanta suerte.

La noche había caído profundamente. Las luces fluorescentes del estacionamiento proyectaban un resplandor blanco frío, haciendo que los ojos enrojecidos de Emily resaltaran aún más. Las palabras de Andrew sobre "hacer berrinches sin importar la situ...

Inicia sesión y continúa leyendo