CAPÍTULO DIEZ

Escucho la puerta abrirse cuando Charlotte entra en su cuarto de invitados. Cuando me escapé de la casa, pensé en llorar afuera, pero no pude soportar la vergüenza de que alguien me viera llorar, así que corrí a la casa de Charlotte. Ella deja la bandeja que lleva en la mano sobre la mesita de noche...

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