Parte 41

Las luces en la habitación eran tenues, proyectando sombras encantadoras en la pared más cercana. Estaba demasiado silencioso, y lo único que podía escuchar eran las palpitaciones de mi corazón. Cuando el Alfa me dejó caer en la cama, grité, estremeciéndome por el dolor sordo que irradiaba desde el ...

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