Capítulo 32 — El secreto dejó de ser secreto

El lunes me pesaba en la piel. Todavía sentía su respiración en mi cuello y sus manos en mi cuerpo. El bosque se había clavado en mi memoria, dejando una marca imborrable.

Traté de parecer normal al salir de clase, de caminar con la indiferencia que solo una alumna puede fingir, como si no llevara ...

Inicia sesión y continúa leyendo