Capítulo 39 — El espejo no miente

Desperté antes que él. Estábamos abrazados; su mano seguía apretada en mi cintura, y su respiración era lenta y profunda en mi cabello. Me sentía segura, pero esa sensación nunca duraba mucho. La luz de la mañana me recordó que el mundo existía y que ese secreto era demasiado grande.

Me moví un poc...

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