Capítulo 40 — El Coche y la Distancia

Salí de la oficina sintiéndome como una espía. El mensaje en el espejo me tenía helada, pero tenía que actuar normal. Alejandro me había pedido que me fuera primero para que él pudiera empezar a revisar todo. Caminé rápido hacia la entrada del edificio.

Cuando llegué a los porches lujosos, me detuv...

Inicia sesión y continúa leyendo